Tania Blanco Díaz
Madrid, 1980
A pesar de que mi formación profesional así como mi vida laboral no han estado nunca ligadas al mundo de las letras, en mi interior siempre me sentí escritora. Desde pequeña ya disfrutaba con un cuaderno y boli en mano dejando viajar mi imaginación, ansiosa por saber dónde me llevaría, y plasmando aquellos sueños que mantenía mientras estaba despierta.
Escribir, ya sea para fantasear o plasmar mis pensamientos y emociones, es uno de mis hobbies favoritos, y por suerte, tiempo después descubrí en la pintura otra maravillosa forma de expresión.
Cuando me convertí en madre sentí la necesidad de transmitir a mi hija los valores y las herramientas que le permitieran, en un futuro, gestionar sus emociones y relacionarse positivamente con su entorno. Por este motivo me decidí a unir mis dos pasiones, dando lugar a mi primera obra: "Vera dicharachera", un cuento donde mostrar a los pequeños de la casa la importancia de quererse y aceptarse tal y como uno es.