Sandra García González
Santander, 1990
Desde pequeña se sintió atraída por la educación... ¿Hay algo mejor que compartir tus días con las futuras generaciones? Su madre aún le recuerda cómo se encerraba en el salón y le daba clase a los muñecos... Así que no le fue difícil elegir qué carrera quería estudiar cuando llegó el momento: quería ser maestra.Y a eso dedica su vida: a pintar los días grises de unos colores maravillosos, que solo los niños y niñas saben decorar.Su momento favorito del aula es el de leer un cuento. Los libros transportan a lugares maravillosos, por eso se ha animado a despertar a su «escritora dormida», con el deseo de hacer volar y brillar a los más pequeños.