Pierre Boulat
París, 1985
«Los viajes forman a la juventud», decía Montaigne. Los viajes abren horizontes nuevos, contribuyen al desarrollo de la confianza en sí mismo y la apertura hacia los otros, llevándonos a fomentar una mayor tolerancia e interés hacia otras culturas y costumbres de pueblos diferentes. Es sobre esta premisa, que este parisino de origen ha vivido en varios países, visitado múltiples culturas antes de instalarse en Madrid. De estas fabulosas experiencias ha aprendido que el conocimiento está en todas partes. La música, la literatura, las artes en general y la gastronomía de otros panoramas son otras maneras de descubrir distintos horizontes que permiten estimular todos los sentidos y crecer como persona.
Son estos valores los que intenta transmitir a su preciosa hija, empezando por la lectura, primer medio para que la mente viaje hacía ideas extraordinarias.
Sus cuentos Olivia, una golondrina un poco despistada, y Lucía, el cuarto cerdito, invitan a los pequeños lectores a aventurarse a conocer nuevos países y a abrirse al mundo.