Margarita Benito
Melilla, 1931
Tras su jubilación acude a un colegio público para contar cuentos en las clases de infantil. Los primeros cuentos fueros los tradicionales, ya conocidos por todos, pero se anima a hacerlos personalizados para algún niño «especial» o una clase. A partir de esta experiencia comienza a escribir cuentos y poesías para niños. Animada por la buena acogida de los mismos decide editar algunos.