Magdalena Gómez Fernández
Madrid, 1945
Desde pequeña ha vivido con su tía y sus primos, que son como sus hermanos. Ha sido una niña muy feliz junto a su familia, a pesar de no haber tenido la oportunidad de jugar mucho de pequeña. Durante toda su vida ha trabajado mucho en diferentes oficios, pero ahora que es mayor es cuando tiene el tiempo y las ganas de hacer cosas que nunca había podido probar, como el dibujo y la lectura. De pequeña, nunca le había gustado mucho leer y, además, tampoco tenía cuentos en casa. Pero ahora ha descubierto que le encanta contar historias para que los niños pequeños aprendan a la vez que se divierten. Su vida ha cambiado desde que participó, junto a otros amigos, en un taller de creación de cuentos en la Fundación Gil Gayarre llamado «Cuento Contigo». Lo que más le motiva es poder estar en contacto con los niños y ver sus caras mientras escuchan uno de sus cuentos.