José María Clémen
Buenos Aires, 1945
Solía ver a mi padre en su mesa de dibujo, con sus papeles, reglas y lápices. Dibujaba cómics y había en su estudio una colección inapreciable de éstos, la mayoría de ellos norteamericanos con dibujantes como Alex Raymond, Frank Frazetta, Harold Foster, etc
Y a pesar de que las tardes de invierno y lectura de cómics eran una sola cosa, mi camino no fue el mismo.
Empecé tomando clases de pintura y dibujo con Catalina de Bianchi, excelente aguafuertista; luego continué con Juan Carlos Castagnino, y aquí en España, en la Escuela de Arte de Segovia. En los años ochenta comencé mi labor como ilustrador, que continúa hasta hoy.