Gustavo Adolfo Bécquer

Gustavo Adolfo Bécquer

Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida. Nació en Sevilla, el 17 de febrero de 1836. Era hijo de unos nobles holandeses, y además su padre era un célebre pintor del costumbrismo sevillano. A los cinco años quedó huérfano de padre, y a los once, de madre, siendo entonces acogido por su madrina de bautismo
Sus primeros estudios tuvieron lugar en el colegio de San Antonio Abad, y después comenzó la carrera náutica en el colegio de San Telmo, pero luego se interesó por el arte y la literatura. Aprendió a pintar para poder continuar con el oficio familiar, intentando dedicarse a la pintura. Fue escribiente en la Dirección de Bienes Nacionales, y sus compañeros admiraban sus dibujos, pero cuando el director le vio haciendo dibujos sobre las escenas de Shakespeare, le despidió.
Entonces abandonó la pintura y se marchó a Madrid para dedicarse a la literatura. Intentó escribir una obra llamada "Historia de los templos de España", pero fracasó, y tuvo que dedicarse al periodismo para vivir.
Escribe poemas y textos en periódicos de poca categoría, además de artículos y noticias. Puesto que no tenía un gran trabajo, tampoco tenía un gran sueldo, pero su hermano, que sí consiguió fama como pintor, le ayudó económicamente en los tiempos difíciles.
Posteriormente entra en «El Contemporáneo», donde publicó crónicas sociales, algunas de sus Leyendas y los ensayos costumbristas «Cartas desde mi celda». En 1864 consiguió un cargo bien remunerado, como censor oficial de novelas. Hacia 1867 escribió sus famosas Rimas, cuyo manuscrito se perdió con la Revolución de 1868, motivo por el cual Bécquer tuvo que escribir otro.
En 1861 se casó con Casta Esteban, tuvieron tres hijos y se separaron en 1868. Falleció en diciembre de 1870, a causa de tuberculosis, agravada por una profunda depresión.