Eugenia Alcázar Molero
Alcalá de Henares, 1966
La necesidad de escribir me surgió en el mismo instante en que inventé mi primera historia, y la pasión por el dibujo comenzó cuando descubrí que para dibujar sólo hacía falta una cosa, sentirse feliz dibujando.
Mis cuentos, como mis dibujos, no siempre tienen la misma suerte. Algunos no quieren salir aún de mi cabeza, otros salen para quedarse dormidos en el cajón de las cosas olvidadas, y los más afortunados viven en papel impreso.
Supongo que lo más sensato sería querer verlos a todos publicados, pero cuando uno escribe por necesidad y dibuja por pasión, no está tan pendiente de la suerte.