Cecilia Blanes Abásolo

Esta mallorquina, navarrica de adopción, es Auxiliar Administrativo. Empezó a trabajar muy joven, sin dejar de estudiar. Sus inicios fueron como administrativo en diferentes empresas, para después trabajar en la sanidad como Auxiliar de Clínica. En la actualidad reparte su tiempo trabajando en un comedor escolar, y el cuidado de personas discapacitadas. Disfruta con la lectura, la música y la fotografía. También con el mar y la montaña. Y lo más importante, su dislexia no la ha frenado para escribir este cuento. Nos dice sobre ella lo siguiente: «Cuando era pequeña, en casa me decían muy a menudo que si tenía dudas con una palabra, utilizara el diccionario, y hoy sigo utilizándolo, pues me resulta de gran ayuda. Mi mayor dificultad está con la B y V. En ocasiones me bloqueo y no sé cómo escribir una palabra. Si estoy trabajando lo pregunto, y si no, el móvil me ayuda a salir de dudas. En ocasiones, cuando estoy cansada, hablo muy deprisa y la construcción de la frase la hago mal. Generalmente me doy cuenta porque a mi interlocutor le cambia la cara, pensando qué le estaré queriendo decir».