Cataplina Encuentada
Bilbao, 1970
De pequeña destacó en ella una inmensa pasión por la lectura y el juego, debido a su inagotable curiosidad, a un deseo de aventura incesante y a una desbordante imaginación. Hay un álbum infantil que le marcó profundamente: El hada Micifuz. La historia de un hada que encanta una escuela, en la que se aprende tanto, de modo tan experiencial y divertido, que los niños lloran a la hora de volver a casa. Desde entonces, ese fue uno de sus sueños: el de crear sortilegios y encantamientos con recursos cotidianos. Por eso, se hizo Titiripeuta, tras estudiar psicopedagogía, magisterio, teatro, clown... Así, crea aventuras a granel en diferentes instituciones, como el Museo de Bellas Artes, el Museo Guggenheim, bibliotecas.
Le apasiona conocer al ser humano y ama, a la par que lo considera terapéutico, el surrealismo, pero ella dice que no puede evitar en sus escritos grandes dosis de cierto realismo con un toque didáctico, acompañados de imaginación y humor. En el 2018 autoeditó su primera historia publicada (escrita e ilustrada por ella): Animalario de Animacuelos, un compendio que caricaturiza a 8 personajes, como el León Dorleto, Elvis la Cacatúa o la Polilla Honorata.