Beatriz Bobadilla
Lérida, 1982
De niña siempre se encontraba dibujando, en cualquier parte. Ver una hoja en blanco le hacía soñar y le disparaba la imaginación; de algún modo, sentía que se sumergía dentro del papel, y siempre tuvo claro que quería ser dibujante. Tras terminar el bachiller, estudió ilustración, algo que disfrutó muchísimo, dedicándose a ello posteriormente. Casi veinte años después, tras convertirse en una «supermamá», sus hijos la han empoderado para poder llevar a cabo uno de sus sueños: escribir e ilustrar un cuento que podrá ayudar a los pequeños a vencer sus miedos.