Antonio Santana
Natural de Llerena (Badajoz), y actualmente reside en Málaga capital.
Cuentan de él que de pequeño le atraían mucho los colores, tanto que un día, al acercarse demasiado a un bote de pintura, cayó dentro. Llegaron sus padres corriendo y lo sacaron de allí. Pero algo cambió a partir de ese momento: descubrió que todo lo que tocaba quedaba lleno de color y sonrisas. La gente decía: «Qué divertido, este niño va a ser pintor». Pintaba solo soles y sonidos. Y así siguió. Cuando un color se le acababa en su paleta, inventaba otro. Ahora pinta animales dentro de los libros.