Albertoyos

Albertoyos pintarrajeaba de arriba abajo los libros del colegio, desde infantil hasta el bachillerato. Siguió pintarrajeándolo todo en la facultad de Bellas Artes de Madrid, hasta que consiguió que le dejaran pintarrajear los libros en una editorial. Y en vez de regañarlo, hasta le pagaron por hacerlo.
Desde entonces, ha pintarrajeado libros de texto de todos los cursos y de todas las asignaturas; y ha pintarrajeado libros de cuentos, novelas, periódicos, revistas, carteles, anuncios…
¡Lo pintarrajea todo!