Aina Farias Martorell
Palma de Mallorca, 1985
(Palma de Mallorca)
Aunque la vida me ha llevado (seguramente por seguir los sentimientos que me dictaban mis emociones) a vivir en Vilafranca del Cid, un pequeño pueblo de Castellón. Soy maestra de Educación Especial, de Educación Primaria y Psicopedagoga. También madre de dos hijos.
Después de muchos años de profesión y de voluntariado, he podido conocer a muchos niños, todos ellos diferentes, y muchos de ellos con capacidades distintas. Creo que es importante la educación emocional. Ya que en esta vida, todos nos vamos a enfrentar a muchas situaciones, en las que una buena gestión de nuestras emociones nos ayudará a superarlas con éxito, y sobre todo, a ser más felices.
Poder ayudar a niños y niñas que necesitan apoyo para comprender y gestionar sus emociones, también me ha hecho dar el paso de escribir esta historia. Por eso dedico el cuento a Celia, una niña de Castellón que padece una enfermedad rara, MEF2C.